TAREA 20: Acabar con un conflicto en el aula
Un conflicto que desgraciadamente siempre está de actualidad es el del bullying o acoso escolar reiterado. Por este hecho, resulta más que pertinente abordarlo por la simple razón de que probablemente nos lo encontremos de una manera más o menos directa cuando nos sentemos detrás de la tarima.
Dejando a un lado el acto habitual de mirar para otro lado, que solo contribuye a que el problema se vaya agravando, considero que el docente debe abordar esta cuestión desde el primer momento en que vea indicios de comportamiento abusivo en algún estudiante.
Así pues, tras una observación concienzuda a la clase, el profesor ha de sacar en un momento de sus lecciones a los implicados, los supuestos agresor y víctima. De esta manera, al interrumpir la clase abruptamente, se hace forzosamente que el resto de compañeros sean conscientes de la gravedad de los hechos, pero sin caer en el error de hacer que estigmaticen al supuesto abusón sin haber hablado antes en privado con él y haber confrontado su visión de los hechos con la del agredido.
Acto seguido, el docente, tras escuchar las dos versiones de la historia, toma una decisión. Si todo parece apuntar a que ha habido un abuso, el profesor ha de enviar a dirección al agresor para que reciba un parte y se ausente de las clases durante un tiempo.
Por otro lado, antes de la reincorporación del alumno problemático, es conveniente que el profesor se reúna con los padres del alumno causante del abuso y les comunique la necesidad de que hagan entrar en razón a su hijo, poniendo énfasis en que, si bien los actos del alumno son deleznables, puede con toda probabilidad redimirse introduciendo un cambio en su carácter.
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